Hace unos días estuve viendo mi película favorita de todos los tiempos, The Devil Wears Prada, y me pregunté ¿por qué me gusta tanto?
La única respuesta que se me ocurre es quizás porque la considero un clásico. Me encanta en todo sentido y de hecho me hace pensar mucho sobre algunas cosas que quería compartir con ustedes en este post.
Primero que todo, para quienes no sabían, la película está basada en la novela, con el mismo nombre, de la periodista Lauren Weisberger y se dice que esta, a su vez, está inspirada en una experiencia personal, siendo la “mala” de la historia, Miranda Priestly, una representación de su exjefa, Anna Wintour, cuando trabajó para Vogue.
Me encanta el papel de Miranda que hace Meryl Streep, que de
por sí es una gran actriz, sin embargo, le tengo un especial cariño a este
personaje. A pesar de lo fría,
caprichosa y exigente que llega a ser, me deja mucho por pensar y acá quería
contarles sobre una de mis escenas favoritas de toda película.
Para las que han visto la película recordarán la palabra “cerulean”,
que por sorprendente que parezca ¡es un color! Un tono de azul que, si no me
creen, pueden darle clic aquí para verlo. En la escena Miranda le dice a su
nueva asistenta, Andy, que a pesar de que muchas veces podamos creer que no
tenemos nada que ver con la moda, existen miles de personas detrás de nuestra
ropa y todo lo que usamos, que han pasado horas, días y hasta meses pensando
especialmente en nosotras y en nuestra forma de vestir. Así le da el ejemplo
del sweater cerúleo que utilizaba Andy, quien pensaba que estaba totalmente
alejada del mundo de la moda, y le menciona a dos diseñadores (Oscar de la
Renta en 2002 y Yves Saint Laurent), dentro de muchos, que han hecho honor a
este color en sus colecciones, que no es azul, no es turquesa, no es lapis ¡es
cerúleo!
Hice mi investigación de la semana y me di con la sorpresa de
que, no existen tales colecciones. En 2002, Oscar de la Renta presentó su
propuesta de sombreros cossack rusos, abrigos y pieles, pero no cerúleo la
vista. Lo mismo con Yves Saint Laurent, quien, para ese entonces estaba más
ocupado anunciando su retiro de YSL y no nos mostró ninguna chaqueta militar cerúlea
¡he vivido engañada! Pero bueno, así es el cine y a veces terminamos engañados ¡triste
pero cierto!
En fin, regresando a la escena, me parece súper interesante
lo que dice Miranda, porque es cierto, muchas veces vamos a nuestro clóset y no
nos preocupamos en buscar nuestra ropa pensando que la industria de la moda no
tiene nada que ver con nosotras, cuando en realidad todo ha sido pensado para
nosotras. La moda no está muy lejos de lo que usamos día a día, cada uno tiene
su estilo y su forma de ser y eso es lo que proyecta en su estilo, un estilo que
ha sido previamente seleccionado y pensado por personas en una oficina y que
luego podemos encontrar en tiendas o como dice Miranda: “…However, that blue
represents millions of dollars and countless jobs... and it's sort of comical
how you think you've made a choice that exempts you from the fashion industry
when, in fact you're wearing a sweater that was selected for you by the people
in this room... from a pile of stuff”. Sabias palabras de Miranda ¡mi nueva
ídola ficticia!
Les dejo algunos stills de la película y el video de la escena
de la cual les comentaba arriba y si aún no han visto el film ¡véanlo! Es un
clásico, con su toque divertido y dramático del cual nunca se aburrirán.
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